El estudiante saca una fotografía o un corto video de su teléfono celular o con su filmadora. También se podría bajar una imagen del internet citando la fuente.
El estudiante escribe una leyenda o una historia que concuerda con la imagen. El escrito puede ser tan corto como una oración o tan largo como un párrafo o dos.
El estudiante le envía la imagen y el escrito al editor. En caso de que la foto se haya sacado del internet, el estudiante tendría que citar la fuente. El editor le ayudaría al estudiante a redactar una carta para pedir permisos para el uso de la foto.
El editor revisa el escrito para corregir errores de ortografía y gramática. El editor también sugiere cambios opcionales para que el escrito sea más claro, fluido e interesante para el lector.
El estudiante recibe su trabajo con las correcciones en la margen y las sugerencias en la parte inferior de la misma hoja.
El estudiante corrige los errores y discute las sugerencias con el editor.
El editor prepara una hoja de cuaderno donde se refuerza el uso correcto de ortografía, gramática y puntuación. Esto ayuda a ampliar el vocabulario.
Los estudiantes aprenden técnicas fotográficas mirando sus propias imagenes y estudiando fotos que aparecen en periódicos, revistas y bancos de fotos.